Motivada

La cena transcurrió en risas y miradas de complicidad, ella estaba a gusto y él se sentía encantado. Meses chateando y contándose historias de cada uno, hicieron amena la cena porque los dos se sintieron como si se hubieran conocido toda una vida.

Llego el postre y la cosa se sintió mas intensa, con ganas de ir a mas y preguntarse, “donde nos tomamos la ultima copa”; y de repente, él hizo la pregunta que lo enfrió todo ¿ERES SUMISA? Ella se quedó unos minutos en silencio sin saber que decir, en su cabeza se preguntaba que significa la pregunta, porqué hacerle esa pregunta en una primera cita si todo iba bien y sobre todo que entendía él por ser sumisa. Después de un rato al final opto por responder con otra pregunta, ¿Qué entiendes con que una mujer sea sumisa? El caballero enseguida cambio de postura poniéndose algo más autoritario y serio, se le cambio la voz, ya no era esa voz seductora de antes mientras cenaban si no una voz más seca. Éste le dijo con franqueza que estaba buscando una mujer sumisa que entienda que es el hombre y la ley en la relación, que buscaba una mujer que no le vaya hacer repetir las cosas mas de dos veces, que sea una mujer que por el bien de su relación dejara de trabajar, que solo se dedicara a él y al hogar, que sea una mujer que esté completamente disponible para todas las veces que quiera tener sexo, porque para él las mujeres hoy en dia ya no entienden el valor de una mujer casada; solo queria encontrar una mujer como la que encontró su padre, gracias a eso el hogar de sus padre fue un hogar sano porque su madre entendia que el hombre es el jefe del hogar y su amo. Y claro está, como ella tenia hijos, esos hijos no podrán vivir con ellos porque no educará a los hijos de otro, que podía enviarlos con el padre ya que él ya tiene a sus hijos y esos sí que vivirán con ellos.

Ella no podía creerse que durante los últimos 5 meses ha estado chateando con alguien, sintiéndose emocionada de encontrar algo diferente a lo que le hizo casi huir de su anterior matrimonio y que delante de ella se encontraba lo que mas odiaba. Primero se sentó con la espalda recta, cruzo la pierna, respiro profundamente, levanto la vista hacia el camarero con un gesto de que le traigan la factura, hurgo en su bolso sacando dos de los billetes más grandes que tenia, se dirigió a él con una sonrisa y le dijo “Si quiere una mujer como su madre, cásese con su madre, no he salido de un matrimonio donde tenia un hombre con un complejo de inferioridad para meterme con un hombre que sigue siendo un niño de mama, espero que le vaya bien en su búsqueda de una esclava”. Se levantó dejando los billetes encima de la mesa para el pago de la factura; justo antes de salir, se volvió a él y le dijo con un gesto burlón delante del camarero que ya estaba ahí con la factura a mano “ah, espero que sea un caballero y le deje una propina al camarero al menos” y salió con la frente en algo y sonriendo.

En el coche se dijo a ella misma, la aventura no ha estado tan mal, por un lado se dio cuenta que no es ella el problema, que no tiene prisa en encontrar a alguien y que gracias a esta salida, sí puede volver a ser esa mujer con las ganas de vivir que era antes vistiéndose elegante y cuidándose para ella misma. Sacó el movil y llamo a sus hijas para saber si podían ver una de esas pelis Coreanas que tanto les gustan a las tres y pasar una noche de cine, ellas tan encantadas la esperaban con la peli lista, su copa de champan listo, ellas con sus copas de zumos, algo para picar en la mesita y la mantita lista para disfrutar de una noche de chicas amantes de los actores y actrices Coreanas.

No salió como pensaba, pero aprendió una lección y saco la parte positiva de esa aventura.